DE RODRIGO VELAZQUEZ SOLORZANO
Le sangró la nariz por la mañana. Cansado y deprimido, Carlos
no podía recordar el lugar donde guardó su rosario y comenzaba
a temer que su hijo lo hubiese tirado. Estaban solos ese lunes, así que
Carlos prefería dejar dormir a Demetrio antes que tener que llevarlo
a la escuela.