por porescrito | Sep 18, 2017 | Ritmos
De Alberto Ibarrola Oyón
La amistad es un bello lazo musical
que promete exóticos viajes de sonrisas
en la laboriosa realidad de sables quebrados
por los combates diarios de guerreros sanguinarios.
La amistad es una magnolia enamorada
que invita y ofrece un delicado sabor
de vinos, naranjas y azafranes inducidos.
La soledad existe y acompaña en la noche maldita,
es el pasado de un hombre que huye de sí mismo,
que esconde los recuerdos en un fango de cerrojos
para que no le atormenten con sus deformes extremidades
aquellos que dedican sus risas tendenciosas
a los cantos voluptuosos de los canoros jilgueros.
La soledad es una hermosa doncella ruborizada
pero cruel, perversa y profundamente despiadada,
que sueña en su atrayente locura idolátrica
aniquilar la voluntad rendida de su amante
que, engañado, sólo percibe sus sensuales encantos
y no considera su corazón de serpientes asesinas.
El amor humano es un rubí de lunas llenas de primavera
que se amarra con acero forjado en la fragua de la noche
a los nichos floridos de un lazo pretencioso,
que aúna las voces quebradas de ciegos que se buscan
en la luz de una ficción que ofrece visiones encarnadas.
El amor humano es una colina de flores no clasificadas
que juegan con los obstáculos insalvables
de un calor engañado en el silencioso mar,
es el beso de un poema que sufre, llora y gime
por la muerte de los senos de una mariposa envidiada.
La amistad, la soledad, el amor humano,
vanos recuerdos de una existencia imaginaria
que viaja en las nubes de una fiebre necesaria.
por porescrito | Sep 18, 2017 | Ritmos
de Brenda Abigail Carrizales Gudiño
Un hombre lame la sangre en el campo de guerra
consagrándolo así, como suyo
ese hombre no puedo ser yo:
mi glotonería es inasequible
la comparo sólo con la de Calígula
porque la cabeza que deseo
es la de la humanidad entera
aspiro a devorar en un caldo de sangre
el cerebro de ilustres pensadores
sobrepasar cada uno de mis estadios:
sentarme en un trono de hierro humeante
hasta aspirar mi carne hecha cenizas
Yo: mi irascibilidad exhaustiva
quien obliga a aquel hombre a lamer la sangre
a consagrar en mi nombre
mi nombre: soy yo
yo soy ese hombre
por porescrito | Sep 18, 2017 | Ritmos
de Brenda Abigail Carrizales Gudiño
Mis pensamientos son
El foco rojo de un burdel
Un garito de salinos aromas
Mis pensamientos son
La dentadura de una puta
el maquillaje que revela su inocencia
¿Y qué si soy lo que pienso,
Mientras pienso lo que no soy?
Un foco
Un burdel
Una puta:
Todos están a una noche de romperse,
Pero se aferran:
No será esta noche.
por porescrito | Jun 20, 2017 | Ritmos
por Ernesto Reyes
Nadie tiene más de tres o cuatro
golpes de pincel por rostro
nadie
Ni siquiera quien
se ha esforzado por
hablar con muecas como
el ser más torbo,
abandonar de una vez
la letra
su semántica de
sombras
Recorridos todos los estudios de fotografía
donde todavía hay retratos
pintados con la luz de un corto instante
óvalos rugosos rectángulos risibles
alcanzados por la mancha segadora de Atenea
donde ahora viven algunos pares de ojos
unas narices
por encima de un atisbo de
sonrisa
resplandeciente bajo una capa
casi imperceptible de
efímero barniz:
Nada más que la plata que sacrifica
⎯más por fuerza que por gusto⎯
su brillo eterno y mineral
a cambio de revelar otro
más opaco y a todas luces animal:
la faz del ser
que solo ha de aspirar
a vivir en semejanza
de un padre semi eterno
cuyo rostro no verá.
por porescrito | Jun 20, 2017 | Ritmos
Ahora escucho el llanto de dos amantes:
Enséñame la calma,
no me condenes a mi sombra,
aléjame de mí,
del aliento de mi espíritu corrupto.
Tú, quien ahora vibras en los poemas,
en las saetas ardientes heridas por una voz,
en cada letra de un verso bello.
Encuentra su respuesta:
Poeta, que tanto quieres encontrar
ungido con ese nombre,
¿verdaderamente crees que un verso
podría mover una sola piedra,
dominar las superficies?
Si las ondas de tu voz
son tus penas,
mago de la tormenta,
quédate lejos de mí,
aleja tu llanto de mi pecho
que sigo virgen de arena.
por porescrito | Jun 20, 2017 | Ritmos
Si encontrarte en un sitio
escoger yo podría sería
en una fosa,
la calle, sombría y caliente.
Y quisiera verte siempre
mártir,
fuera culpas,
me vendería por
que murieras con las manos
tranquilas,
pasivas. Sin voluntad,
acaso masacrada por fuerzas
ajenas,
como muere la juventud
en el siglo de magia y
milagros:
aniquilada por lo ajeno, mártir.
Consolaría el horror
de verte hecha un péndulo
y lavaría los estigmas
de mi nombre.